sábado, 26 de diciembre de 2009

Capítulo 2. 3:24 AM


Anhelo sentirte en mi cama de nuevo.

Sentir tu aliento y tus dedos que me tocan como queriéndome matar de placer.

Acariciándome la profundidad del alma con susurros al oido y yo gimiendo sin poder abrazarte con mis piernas a gusto.

Intento mantener los gritos pecaminosos encerrados

herméticamente dentro de tu boca pero es que tus labios, Dios… tus labios me tienen tan desconcertada.

La oscuridad se vuelve clara mientras exhalas tu aliento con sabor a vainilla y fresas y a un poco de tequila que quedó sobrante en las ranuras de mis labios. Tus brazos que me quieren arquear la espalda y tus dientes clavados en mis hombros hacen que sea un genuino p a n d e m ó n i u m en mi cabeza.

Me enloqueces, me derrites.
Me despeinas con solo esbozos de recuerdos.
Gimes,
jadeas

y me arrancas la ropa.

Me cuentas uno a uno mis lunares dejando la estela de tu aliento y uno que otro beso ingrato. ¡Cruel tu indemne deseo de hacerme alcanzar el completo éxtasis sin darme la oportunidad de deshacerme entera de tu camisa azul!

Sentarme sobre ti exhalando con fuerza y transpirando el aroma de tus besos sin más que abrazarte muy fuerte, acariciarte el cuello y comenzar de nuevo.

Besarte,
tenerte,
quererte,
amarte
y jalarte hacia para que beses mis pechos

y tus manos se paseen por mi espalda.

Que juegues con tu lengua en mis recintos. Que quiebres la imagen de puritano que te has encargado de forjar tan perfectamente.
Desgraciado~
Amor mío...

Quiero que me agarres fuerte y sientas mis caderas atravesarte como candela. Quiero que entres en mí. Más fuerte. Siente la humedad de mi pelo y el calor de mi cuello y el temblor de mis manos y el rebote de mis piernas. ¡Hazme olvidar la delicadeza! Regálame la sangre de tus labios mientras te los jalo con fuerza y decisión.. Tomarte con mis manos la cara y besarte suavemente los labios para bajar mis manos por tu pecho. Acariciar el lóbulo de tu oreja, desabrochar cada rincón que me tienes "restringido"

Amor mío...Mío.. tan mío. Sin dejar marcas, mi amor.. es nuestro secreto.



Nirca Mirlozareia


Lástima que no estás a mi lado ya...

No hay comentarios:

Publicar un comentario