sábado, 14 de enero de 2012

Capítulo62. Insomnio.

No soy Jack y, por desgracia, mi Tyler Durden aún no se apodera de mis sueños.

Si ella puede escribir de manera tan exquisita, seguramente yo también puedo. Y puedo porque te tengo a ti, te tengo y no te tengo y por ello te escribo. Porque los dias pasan volando cuando me besas las ingles pero cuando tus pestañas no me sacuden los polvos es cuando todo pasa tan lento. Lento… lento como un caracol, babeando en mi brazo, sirviéndome de broma. 
Por más que me pesen los ojos no ceden a permanecer cerrados. Y por más que les cuento del corazón-placebo que me trago a diario, no dan cabida al sueño.Sin embargo, yo sé que podemos hacer de esto un cuento más interesante y alborotar mis hormonas con un poco de celo.
Mi amor, me estallan preguntas dentro del craneo y me palpita la sangre que quiere salir. ¿Cómo no pude darme cuenta antes? A veces te escribo y a veces le escribo a otros al mismo tiempo y luego ya no sé ni qué estoy escribiendo.
Me duelen los recodos. Me falta la fatiga diaria de comernos a medio día y de cenarnos a media noche. 


miércoles, 24 de agosto de 2011

Capítulo61. ¿Será hora de abandonar el barco?


Curso a penas el tercer semestre de Licenciatura en Derecho. Estudio lejos de casa. Saco buenas calificaciones, estudio dos idiomas y me encantan mis libertades. Sin embargo, la situación en mi país se ve cada vez más y más difícil. Ya no se puede salir a la calle y estamos en un continuo toque de queda, se huele el miedo en todos lados y ya van 4 estudiantes muertos de mi universidad.
Hoy platicamos sobre esto, como todos los días, y surgió el comentario “Creo que es hora de abandonar el barco y sálvese quien pueda” ¿Correr? Sí, yo podría hacerlo, tal vez fue un error decidir venir a esta ciudad en vez de abandonar mi país.
¿Y mi país qué culpa tiene? Tal vez ella entienda, mi dulce patria, que su cáncer está pronto a exterminarnos a nosotros también. El trabajo de mis padres, nuestra casa y posesiones, nuestra familia y el esfuerzo tirados a la basura por la delincuencia organizada.
¿Qué hago? Les pido que me ayuden a decidir si debo volver con mi familia para luego huir del país o resistir y rezar a diario con la angustia de mi alma que ninguna bala atraviese mi cráneo.
Admiro inmensamente a mi novio, el amor de mi vida, por su enorme fuerza y la paciencia que tiene conmigo al tranquilizar mis inestables nervios y mi inusual miedo. ¿Saben? En realidad yo soy una mujer muy fuerte y decidida. Yo inspiraba a las personas a que no tuvieran miedo y siguiéramos adelante, pues esto es una guerra. Sin embargo, desde hace un par de semanas, todo mi mundo se ha venido abajo y tengo pavor de desaparecer en el olvido.

domingo, 21 de agosto de 2011

Capítulo60. Ya no puedo.

No, ya no puedo. Este miedo me carcome y el enemigo me va venciendo. Ya no puedo, necesito de alguien, de muchos que me ayuden, que se unan a combatir este atroz crimen. Esta maldita enfermedad, este cancer que mata a México… ningún lugar es seguro. No soy capaz de ir y venir por las calles sin poder ser asesinada a fuego cruzado, no puedo ir a un partido de fútbol, ni al cine porque lo estallan con granadas. No puedo pasear con mi novio y no me puedo ir de antro con mis amigos porque llegarán algunos pendejos a querer matar a todos, a violar unas cuantas chavas y sentirse realizados. ¿Qué chingados es eso?

No solamente tengo miedo, tengo mucho coraje y enojo en mi alma, no hago otra cosa que llorar y tener pesadillas. Ya no puedo. Ya no puedo estar así, sería mejor matarme y en el cielo de los suicidas, en el infierno de los enfermos, ser feliz. Porque aquí no se puede. ¿Queda bien claro? Aquí no se puede vivir.

No es tan difícil lidiar con el crimen organizado. ¡Es acaso una burla llamarle “organizado” al crimen para hacer énfasis en que el gobierno no lo está!

Hoy… hoy desperté con lágrimas en los ojos, dolor en la espalda y sangre en la boca. Me he mordido tan fuerte que he sangrado, me he contorsionado de furia tan fuerte que me he lastimado, he visto cosas terribles en mi cabeza que he llorado. No tienen una idea. Todas aquellas personas que me lean en otro idioma, ¡Dios! no tienen una idea…

México, ¡vamos! podemos contra esto, sólo hay que creer y unirnos contra ello. ¿Son muchos? Sí ¿Son peligrosos? Sí ¿Los venceremos? Sí, estoy segura. Pero debemos ser valientes y estar unidos porque si no… todo esto nos llevará al carajo.

———————————————————————————————————————————————

I can’t be like this anymore, I can’t. This fear is filling my soul and eating every inch of it, it’s gonna break me down. I can’t do this anymore, I need someone else, ¡I need people to help me!, To join me to fight this atrocious crime. The damned disease, this cancer that kills Mexico, my country… No place is safe. I’m not able to walk across the street without the chance of being shot down by cross-fire, I can’t go to a soccer game, I can’t go to the movies neither because they’re gonna burn it down to ashes by a grenade. I can’t go for a walk holding hands with my boyfriend and I can’t go to a bar with my friends because some fucking fools are going to come by and kill us all, rape some girls and feel succesful. What the fuck is this shit?!

Not only the fear i have but courage and lots of anger here in my soul, I do nothing but cry and have nightmares. I can’t do this anymore. I can’t be like this… It would be better if I kill myself and, at the heaven of suicide, at the hell of the sickness, I could be happy. Because here it’s impossible. Is this clear?We cannot live here at all

It’s not easy to fight the organized crime. Is this a joke?! To call “organized” the crime just to emphasize that our government is not?!

Today… today I woke up with tears in my eyes, back pain and blood in my mouth. I’ve bitten my lip so hard i bled, I’ve contorted of fury so hard I’ve hurted myself, I’ve seen terrible, horrible things in my head I’ve cried. You have no idea… YOU DON’T EVEN HAVE A CLUE OF HOW HARD IS LIVING IN HERE!

Mexico, Come on! We can do this, we can fight against them. We just have to believe! And join together against them. Are they a lot? Yes, they are. Are they dangerous? Yes, they are. Are we even gonna be able to beat them? Yes, I am sure as hell we can, but we have to be together and we have to be strong, We have to be brave and fight, because if We don’t, Everything will go to hell.

viernes, 24 de junio de 2011

Capítulo59. Disculpe, señor Presidente, pero es usted un idiota.

¿ESTÁ TRATANDO DE BURLARSE DE MÍ? ¿Está tratando de burlarse de todos los aquí presentes?

¿Está tratando de burlarse de México, señor Presidente? Es bastante claro el error, LAS COSAS NO ESTÁN FUNCIONANDO. y no solamente como hombre, como mexicano, sino como a quien NOSOTROS le dimos el PODER de hacer las cosas, DEBE RECONOCER SU EQUIVOCACIÓN, Y TOMAR LA RESPONSABILIDAD QUE LE CORRESPONDE. Porque no va a venir a decirnos que las cosas van de maravilla. El fin no justifica los medios, señor Presidente. Y eso es algo que debe verse desde primaria (pero no vamos a meternos a todos los errores en la educación de México, porque así nunca acabamos). ¿Sabe? Quisiera comportarme de una manera más respetuosa, y siento mucho que usted sea el representante de tantas INSTITUCIONES PODRIDAS, como bien dijo el señor Sicilia, pero ni modo, usted -junto a sus cámaras- están recibiendo suficiente dinero mexicano como para que nosotros, sus proveedores, no tengamos el derecho a exigir resultados. ¿Sabe qué es lo más chistoso de todo esto? Que nosotros siendo los afectados, sea usted quien pone las condiciones.

Hay prioridades, señor Presidente. Y la seguridad es una garantía que bajo ninguna circunstancia el gobierno tiene la facultad de arrebatar de su pueblo con la excusa de un milagro futuro. Se ha desatado un caos, SEÑOR PRESIDENTE, y es USTED quien tiene la voz para detenerlo. Un abrazo tal vez consuele a una madre preocupada por 3 minutos, pero… señor, si piensa vivir el resto de sus días sobre la tierra y el resto de su eternidad en otro mundo abrazado a todos y cada uno de los mexicanos preocupados y sufriendo por esta situación, ¡Deje, usted! LOS SECUESTRADOS, TORTURADOS, INSULTADOS, ASESINADOS DE MIL Y UN MANERAS… vaya comenzando, pero yo le recomiendo, acá de manera personal y más sensata, más vale que haga algo.


viernes, 3 de junio de 2011

domingo, 29 de mayo de 2011

Capítulo58. Ella, como siempre.

Yo sé que a veces cuando te escribo sientes que le rompo el corazón a quien está a mi lado. Pero hoy no es el caso, porque ahora es un caballero de corazón irrompible. Lista ¿no?

Lo interesante de ti es que me llenas de ganas de escribir pero en realidad ya no escribo nada. Es como en Domingo Astromántico, donde dan ganas de tener ganas (pero éstas nunca llegan). Yo estuve en ese punto donde uno no sabe que hacer y se siente morir por no sentir ya nada (nada hacia ti)

¿Sabes? Aunque tu “Te quiero, Caro” me hace sentir que se inflama el alma y se enciende un cerillo a lado de mis penumbras para que el aire susurre “aún lo hace, niña… no pierdas la esperanza” ¿Esperanza? –respondo- ¿Cuál esperanza?

Melancolía es la que me embarga y quisiera que tú, (no, tú no, tonta) tú, mi fiel caballero, leyera esto y no sintiera celos que no debe. Porque NO DEBES sentirlos. Es que ella… ella fue mi primer amor. Es como ver Sailor Moon (en mi caso) y saber que es un fiasco de protagonista, con algunas cosas buenas, malas películas, malas secuelas, dibujos con fallas anatómicas, y AUN ASÍ, entretenidas de admirar y decir “me encantaba esa serie”.

A veces me da miedo aceptarlo públicamente porque temo mucho, me pone muy mal, pensar que le haré daño a mi amigo, mi amante y mi confidente. Me da miedo ser sincera (y me da miedo que tengo este miedo) No quiero ocultarte nada ni hoy ni nunca.

Mi amor, te cuento a ti, mi amigo, mi amante… que ella es la más dulce princesa de los reinos del pasado (que conoces bien a la ternura en voz de la chica de cabellos oscuros a la que nos gusta aclamar con su nombre de verdadera princesa del presente, Linda –hola, linda Linda-) y tú te conviertes sin temor al terror en el guardián de mis claveles y en la agonía de la agonía. ¿Por qué sigo recordándola? Tanto como recuerdo el caer de una aguja al suelo después de la herida el primer día que se ha posado ésta en mí.