miércoles, 31 de marzo de 2010

Capítulo18. A veces.

A veces veo que eres quien eres
y a veces no sé ni qué pretendes
A veces extraño tanto que me acaricies las sienes
cuando la migraña me mata a medianoche;
porque sabes que este pecho que enciendes
es más tibio que un verano en Bariloche.
Hay veces en que esas manías tuyas me detienen
que si bien pueden volverme loca
es lo que más cuerda me tiene.
Tocarte sin temer a una mirada sombría o un comentario hipócrita....
Porque siento cómo te endureces todita para no besarme los brazos y yo... yo puedo reconocer en tus ojos la suavidad de esos labios que alguna vez dijeron lo que ahora esconden.
Que te veas como esa niña a la que tantos describían como seria, madura y de una genialidad melancólica (yo diría 'nostálgica')
Dame un beso y vete a dormir.
Ya no quiero escribirte cartas (y no se trata de que me digas "pues no lo hagas") porque sabes bien que no es tan fácil.
aunque tú lo haces sonar tan poético.
Admite que me recuerdas y me quieres, pero dímelo en la cara y no detrás de mi tierna sonrisa y mirada de reto diciendo "te quiero" después de a regañadientes despedirme de ti.
¿cuántos más te escribirán esto?
Porque estoy segura de que no soy la única pero te puedo asegurar que soy la que más desea abrazarte sin que nadie nos vea y maldecir tu absurda decisión de no usar el perfume que lleva tu nombre para convertirte en una más del montón.
Maldita musa.
Mírame escribiendo de madrugada
y todo por recordar tus dedos por mi cara.
No quiero jamás tenerte de nuevo dormida a mi lado,
ni acariciar tu cabello cortado
ni escucharte respirar pesado
ni nada de eso, linda.

Odio empezar con una fantástica idea de un poema
y al final tararear en prosa.
He aquí tus (d)efectos.

-Tuya, Carolina.

martes, 16 de marzo de 2010

Capítulo 17. Llámenme como gusten.

Nacionalista. Sentimentalista. Moralista. Patriotista (Call me what you will, don't care)
Si a alguien le puedo escribir poesía es a la hermosísima patria que nos arrulla. A sus colores y calores. A sus sonrisas y a su sangre. A esa alegría de celebrar incluso a la muerte y comer mangos clavados en un tenedor.
Pero simplemente no puedo voltear a ver a sus dirigentes, a las manos que gobiernan a su gente, no puedo siquiera saborear su nombre en la garganta porque me genera un asco de los mil demonios que nos acechan tan impertinentes e inmorales como Nietzsche o cualquier maldita bala en esta ciudad (y vaya que abundan)
Yo no tengo miedo.
Pero tengan miedo de mí, porque como siempre, hay días como estos en que Carolina decide tomar tinta virtual para que todo el mundo se entere y punto.
¿Realmente lo leen? Dudo mucho que alguien se tome la molestia así que yo no me la tomaré en ser correcta y metódica y tenerle "respeto" a la escoria que co-gobierna con la otra escoria: Disculpe usted, señor presidente... pero es USTED un i d i o t a. Puedo entender perfectamente el hecho de lidear con imbéciles bárbaros sin cerebro suficiente para resolver sus conflictos de una manera pacífica y civilizada, pero.. ¡vamos! Sea entonces usted lo suficientemente inteligente para vencerlos.
¿Y por qué me tomo tanta confianza para hablarle así a nuestro presidente?
PORQUE SE ME HINCHAN ¿ok?
Porque la libertad de expresión me da capa y espada (sin mencionar el escudo [de madera... pero al fin escudo]) para incluso tutearme con el "líder" aquel que a veces hasta su nombre de me olvida. Pero me voy a TATUAR el nombre de MEXICO en todo su esplendor y gloria. Cantaré su himno cual rezo de niño nocturno. Sí, porque me vale madres lo que esté pensando o diciendo o alardeando o riendo aquel que esté leyendo este papel cibernético.
Algún día comenzaré a platicar lo que pasa en mi ciudad... mientras tanto, iré a descansar.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Capítulo 16. Domingo Astromántico versión Miércoles


Vi tu rostro sobre el hombro de otra (y otra y otra…) pero ¿cuánto hace que nadie te besa como tiene que besarte? Anda, ríete de mí. Sé bien cuánto me extrañas. Sé también que tú jamás harás que yo me sienta acorralada, pero sé que quizás cuando quizás dejes de hablar por hablar me quieras de regreso.
Vamos, Regálame otro beso de vainilla y dame compañía, que aun siento que no eres esto (a pesar del fuerte aroma a café... ¿será que no llevas amor en tus ropas?). Que me debes un abrazo y un “te quiero” que te salga del corazón y no de esa garganta que ha sido magullada más de una vez con la pasión de cualquier lesbiana. Si ves que hoy llorar de amor es fácil pues, verás… no es fácil a tu lado. Pero si quieres ya jugar, te apuesto a que mañana... nada será igual. ¿Quieres que lo intente? Tú más que nadie conoces mis manías y delirios (así como yo sé cuánto detestas ir manejando por el centro) Pero ni modo, mi amor, estamos conduciéndonos a mi casa. Esa que no puede verte sin reprimirme.
No, me importa poco que la nueva no tenga "mirada fea". Me sigue cayendo mal, de hecho... eres tú la que me cae mal por tu estúpido complejo de Elektra, ella no tiene la culpa.
¿Qué dijiste al leer lo que te escribí? "No es cierto, yo no quiero hacerte daño, sabes que te quiero y blablablablabla!"
Al final, linda. Yo sé que dentro de ti sigues siendo tú.
-Tuya, Carolina

viernes, 5 de marzo de 2010

Capítulo 15. Cuento

En cuanto el pincel toca tu piel veo como tus mejillas se tiñen de tu rosa, de mi rosa, de tu impotencia... Y los ojos te brillan, me miran la boca, me miran los ojos y te deletreo 'amor' con este lenguaje que conoces bien: A - m - O - R...

Porque amarte tal vez no sea lo mejor pero tú y yo sabemos que tus labios no aguantarán mucho y te los muerdes cuando me dispongo a terminar mi obra de arte sobre tu cara. Sonríes, lo disfrutas, te regocijas en nuestras travesuras y deseas tomarme el rostro para besar mi frente. Pero eres una tonta, traviesa, y con esa solemnidad que te caracteriza, querida musa. Tomas un nuevo pincel yaciendo bajo mi mirada, me río y lo mojas de morado: lo presionas un espiral comenzando en mi hombro para formar una enredadera bajando por mi brazo y acariciando mi nuca. Me desnudas el cuello de mis rizos y me das un beso (te dije que no aguantarías)


Me quieres, te rindes ante mí, te doblegas (tierna fiera~) ante lo que has llamado "encantos" y yo... yo sonrío, pues tú le das un nuevo significado a esa palabra que te prohíbes cada vez que tu voz se mezcla con el aire poluído. E S A palabra que te fascinaba usar de papel envolvente a mis manos. Te sonrojas (hermosa), haces pequeña tu boca de la misma maldita e insolente manera que hiciste la primera vez que tu mirada se paseó por mi cara.

Mi Luna, mi Sol y mis Estrellas

¿Eso has sido? ¿eres? ¿serás?

¿Quién eres? A veces ni te reconozco, a veces ni te conozco, a veces ni reacciono a tus estúpidas acciones (pero no me dejes....)

No sé qué haría sin ti. Porque después de pintarnos los cuerpos comenzó una guerra de colores y de bruma. Ya no sabíamos si era el rojo o era azul o verde... pero sabíamos que era y te enojas. Refunfuñas y me enterneces,

¡Y luego!


tienes el descaro de venir y plantarme un beso en mi mejilla. Atrevida incauta.. preciosa.

Me estremeces con palabras como "¿Ya viste? Desperdiciaste mi pintura, ¿Ahora con qué voy a seguir pintando mi cuadro?". Y tomo tu mano, la beso y la paso por mi cara, por mis labios, por mi pecho y por mi corazón para empapar tus manos y ... que el cuadro juzgue.


Lo miras
Te miras
Lo miras
Me miras....
Mi miedo jamás fue quererte tanto. Y te quiero. Apagas la tele y nos vamos a dormir.
(FIN)