sábado, 2 de enero de 2010

Capítulo 10. Summer 78

Alguna vez te lo dije, soy una adicta en rehabilitación.
Muchas ocasiones hubieron para que el destino te pusiera pruebas conmigo y las superaste exitosamente. Es increíble que digas que no me tienes confianza con esa voz tuya en la oscuridad que me decía al oído que querías esto o lo otro, más aliento o menos fuerza...
Te cuento cosas que a nadie le interesa (y es probable que a ti tampoco) Intento, ya sabes, sacarte plática, que te sientas cómodo... pero ¡Dios! esa defensiva tuya que no viene al caso.
Como la estela que dejaste en mis sábanas y mi cuaderno de notas, como los claveles de papel que hiciste ahora doblados y metidos fúricamente dentro de un cajón para no verlos más. Ganas no me faltaron de destrozarlos y deshacerme de ti pero le doy valor más a las personas... Me refiero a ti.
Hoy me senté en una banca cerca del café donde solíamos compartir dobles shots. Me imaginé que algún día que yo esté sentada ahí llegues con un clavel, me des un beso en la mejilla y me digas que ya todo está bien. Que podemos hablarnos sin que yo me sienta una idiota o salir a ver las películas que nos gustan.

-¿por qué te quieres alejar de mí?
-porque no nos hace bien ni a ti ni a mí.
Nunca entendí esta frase tuya. Si ya no me amas, no sientes algo por mí, soy "equis", no me guardas rencor (por cosas que no me daba cuenta) no te molesta verme, etc etc etc... ¿por qué? Yo puedo sobrellevar mis sentimientos... No veo nada de malo en ser amigos. ¿Podrías explicarme por qué rayos te pones así?

No hay comentarios:

Publicar un comentario